Cuando todo estaba a punto para La Gran Guerra, se produjo un cataclismo que sacudió la faz de la tierra acabando con ocho mil quinientos millones de personas de
los nueve mil que habitaban la tierra. Esto es lo que se le cuenta a
hombre, esta claro que no fue obra de la naturaleza. Una detonación
controlada desató las fuerzas de la naturaleza acabando con gran parte
de la fauna y flora del planeta. Todo estaba saliendo según lo previsto.
– Recuerdo que esto fue lo ultimo que leí antes de que saltara la alarma de fin de jornada.
– ¡Cómo pasa el tiempo! – Cuando me pongo a trabajar quedo en modo automático y tengo tiempo para las reuniones y visitas a bibliotecas.
– ¡Cuanto
se pierden los olímpicos inmortales! Viven encerrados de una caja de
prioridades y aún así se sienten libres, si supieran lo grande y
colorido que es el mundo real. Voy de nuevo a fabrica a retomarme.
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