La tranquilidad inundaba la habitación oscura. Gabriel se despertó y sólo abrió los ojos, permaneciendo tumbado. Cuánta tranquilidad tras la tormenta de ayer.
–– Dijo, visualizando las grandes olas que observó la noche anterior
protegido por grandes ventanales, desde la terraza. Desde esa terraza
suspendida sobre el paseo marítimo, las vistas en verano eran preciosas
pero esa noche, fueron aterradoras.
¡Qué olas,
que viento! no se veía para nada Cádiz. Debía ser terrible estar en el
Castillo de San Sebastián. Y más aún, ese barco que estaba cerca de
Cádiz. Está fondeado en las costa sin entrar en el muelle. Además no se
ve con facilidad, sólo con el permiso de las enormes olas. En épocas
pretéritas estar en barcos de madera y sin saber navegar ni nadar,
enrolados forzosamente y verse en tormentas así... debió haber sido
tremendo. Defendiendo intereses económicos de unos pocos ricos que
apelaban a religión o patria o a punta de bayoneta para lograr una
respuesta deseada en el populacho para que se uniera a la causa, el
egoísmo de unos ricos. Qué angustia tan grande no saber nadar y verte en
un escenario así, luchando por su vida. –– Meditaba sumergido en esa tranquilidad.
En
ese momento algo le hizo salir de sus pensamientos. Un haz de luz que
fue penetrando a través de la habitación, al poco eran más de treinta,
de esos rayos. Después de un pequeño rato decidió levantarse y disfrutar
de ese sábado 26 de octubre. El viaje, del día anterior, hasta la casa
familiar de casi trescientos kilómetros habían sido tenso por las
intensas lluvias y viento en carretera.
Preparó unas
tostadas con aceite, tomate y jamón serrano, junto a un vaso leche con
cacao. Se dirigió a la terraza y lo dispuso todo para desayunar
disfrutando de las vistas. Nada más sentarse ve dos bultos en la orilla.
Parece
que son dos personas, pero ¿cómo es posible? Un miembro de protección
civil se dirige rápidamente en un vehículo. Algo no debe ir bien. ¿Serán
dos personas ahogadas? No creo que sean dos inmigrantes, esto está muy
lejos del estrecho para una patera ¿Serán dos personas de verdad o son
pequeños...? Vaya, está llegando la policía y parece que está llegando,
además, alguien que no tiene uniforme pero hablan con él. ¿Será el juez y
eso que dicen, el levantamiento del cadáver? –– Se decía en
voz alta, olvidando por completo el desayuno y recordando lo que pensaba
nada más despertar. Estaba clavado en el sitio, lo observaba todo sin
ser consciente del paso del tiempo, de nada más que intentando
comprender algo lo que estaba pasando.
Pasó un buen
rato hasta que decidió dirigirse rápido a la cocina para encender la
radio y la televisión y comprobar si alguien, algún medio se hacía eco
de lo sucedido. Se abalanzó sobre Internet escrutando páginas. Alguna
emisora comenta algo sobre una embarcación, una patera con muchos
inmigrantes a bordo. Una embarcación perdida y a la vez justificación
del desastre humano por equipos estropeados, escasez en personal...
¡Esto es vergonzoso! –– se dijo. ––
En
internet no encontró nada. Claro, esto es el culo del mundo
civilizado... mudo civilizado diría yo. ¿Cómo es posible que lo único
que importa es salvar el culo cuando hay decenas de personas que han
podido morir? Si fuera en otro sitio de la costa... pero estando la base
militar americana, la española, Rota, San Fernando, Puerto de Santa
María, Puerto Real, Cádiz ¿y nadie tenía barco? Parece que debe ser otro
logro Aznariano, o por lo menos da la impresión. Falta de medios como
el cuento de los hilos de colores del Prestige, nada menos que del año pasado. ––
Decía sorprendido e indignado.
«Solo voy con mi pena
sola va mi condena
correr es mi destino
para burlar la ley.
Perdido en el corazón
de la grande Babylon,
me dicen clandestino,
por no llevar papel.
Pa' una ciudad del norte
yo me fui a trabajar,
mi vida la dejé
entre Ceuta y Gibraltar.
Soy una raya en el mar,
fantasma en la ciudad,
mi vida va prohibida,
dice la autoridad. [...]»
(foto: elmundo.es J.F.Ferrer)
El día 25 de octubre de 2003
19:09h una petera con más de 50 inmigrantes fue localizada por el porta
contenedores «Focs Tenerife» y avisa a Salvamento marítimo. La patera
iba con dirección norte (costas de Rota –– provincia de Cádiz) en medio
de un fuerte temporal. Dicha patera se encontraba a unos 500 metros de
este buque y algo más de 6 Km (terrestres) del punto más cercano de
tierra, aunque alejándose de él ya que eso se encontraba al sur
(Castillo de San Sebastián).
19:09h-19:20h
Salvamento marítimo avisa a la Guardia Civil de que el único, ÚNICO,
barco y helicóptero de salvamento se encuentra a unos 92Km (terrestres).
Socorriendo a un barco pesquero marroquí. Los demás están en revisiones
o reparaciones. Durante este tiempo la patera pasa a unos 50 metros del
Focs Tenerife. El buque le hace señales para que acepten su rescate.
Aunque lo inmigrantes lo solicitan, lo patrones, de la embarcación
clandestina, se niegan a recibir auxilio y continúa dirección norte.
19:26h-20:01h Ante la falta de medios materiales, se recurre a una
empresa privada para usar su remolcador pero por falta de tripulación no
se hace a la mar hasta las 20:01h. 52 minutos después de la llamada de
auxilio. En ese momento la embarcación de inmigrantes no tenía una
posición clara. El barco de salvamento de la guardia civil pone rumbo a
Cádiz. El helicóptero llega a las 21H a Jerez de la Frontera para dejar a
los rescatados.
20:32h-21:45h El remolcador
privado inspecciona la zona y no encuentra la patera. El Helicóptero
examinan la bahía hasta Rota, durante 45 minutos, sin encontrar nada.
21:56h La Guardia Civil informa del hallazgo de una embarcación
neumática en las cosas de Rota. En los días siguientes se recuperan 36
cadáveres en distintos puntos de la Bahía de Cádiz.
26 de octubre de 2003
1:00h Un de los seis superviviente informa que en la patera iban más de 40 personas.
8:00h La cruz roja inicia las labores de búsqueda.
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Ante todo somos personas, que no se nos olvide.