–– Debo ser solidario y hacerme donante de sangre. –– Se decía Alejandro, para convencerse, mientras recordaba las tantas y tantas veces que a su madre le habían puesto unidades de transfusión en las sesiones de hemodiálisis. ––
¡Decidido, voy ahora y no me lo pienso más! Además ya estamos a punto
de terminar junio. ¡Cómo pasa el tiempo! Me dije que me haría donante y
ya casi hace un año.
Alejandro se quedó
pensativo sobre lo rápido que pasa el tiempo en ocasiones. Siempre que
pensaba en ellos recordaba como tuvo que ser la caída de Roma. En el
momento de ocurrir seguro que se resistían a creerlo tras siglos de
orden. Cuando cayó desapareció ese orden y pasó un día y otro y luego
fueron las personas una generación tras otra hasta hoy día. Sucesos que
ocurren hace cientos de años y parece que sólo hace minutos de ellos.
Eso debe depender sólo de la persona o la cultura, por eso mismo muchos
recuerdan como ayer que fueron expulsados de la península y otros ven
que hace 500 años ya.
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